domingo, 25 de enero de 2009

LA CRUDA...

Parece una invitacion a recordarte en mis momentos de deliciosa soledad...
Mis orquideas estan bien cerradas, en mi boca no puede entrar mas que la fuerza de cada dia.
Mi cuerpo esta volando, estoy embriaga de hombres y solo espero la cruda para poder curarla...

miércoles, 21 de enero de 2009

Sospechosas Inmorales...

Palestina ha vivido años de tortura y humillación. La humanidad simplemente se ha quedado rebasada por el monstruo del poder. Sin embargo esta es solo una cara de la guerra. Pues los sueños de colonización y poder de las grandes potencias y sus aliados, han hecho de su política el terror y la tortura permanente.

Los últimos ataques perpetrados contra la franja de gaza, fueron terribles símbolos de brutalidad, ya que fueron efectuados contra niños y mujeres en su mayoría. Entre tanques, minas, fusiles, misiles, soldados asesinos, árabes, judíos, periodistas. Muerte, dolor, indiferencia, odio; entre todo lo que puede haber en una guerra, están y no se rinden: Las mujeres palestinas. Creadoras, creativas, rebeldes; han tenido que vivir en los refugios sin tener raíz, más que en recuerdos. Sin tiempo, sin espacio. Sin voltear ni exigir, sin descubrir sus cuerpos a la brisa para no ser tratadas como sospechosas inmorales.

¡Qué rabia! tanto dolor, tanta impunidad. Que todos ignoren la condición de las niñas y mujeres palestinas que han crecido en refugios, que han vivido entre el hostigamiento militar y la opresión. Ellas que son tan fuertes, han tenido que callar, vivir en silencio para no manchar el honor familiar, para proteger su vida, su familia, sus hijos… Esa es la parte que se calla en esta guerra y en la guerra que viven a diario, en cualquier lugar del mundo las mujeres, los niños y niñas. Una guerra sin cuartel, sin guarida.

Las han condenado a no tener voz… pero a pesar de ello siguen luchando para que las escuchemos… ellas han elegido no callar….

Ellas las que están rodeadas de militares no están esperando que nosotr@s salgamos a las calles para decir basta, ellas están resistiendo. Nosotro@s también tenemos que resistir, luchar y recordarles a todos los asesinos, a todos los que nos quieren callar, a los que buscan desaparecernos: Que nosotras sembramos rebeldía.

El ignorar que las mujeres están oprimidas en su sociedad y quedarnos satisfechas con una independencia nacional, no cambiará la situación, sencillamente cambiará un opresor por otro.

Mariana Ávila Montejano.

Los asesinos globales consiguen derramar nuestras lágrimas pero no enmudecernos.

viernes, 2 de enero de 2009

UN PASO ATRÁS.


Para los derechos de todos.
Para la confianza en la libertad y en la vida.
En la democracia del país.



Mariana Ávila Montejano.

El homicidio legal es un acto de violencia, que termina por empeorar y reanimar la crimen. Será el espectáculo que calmará esta necesidad de seguridad mal enfocada, pero en ningún momento se podrá hablar de reducir los delitos, ni de amedrentar a los delincuentes.

Actualmente la ola de violencia contra gente apoderada e influyente en nuestro país, ha despertado temas que creíamos superados en materia legislativa tales como la pena de muerte. Ciertamente la aplicación de la pena de muerte está permitida en 60 países como castigo a crímenes graves. Sin embargo difícilmente una defensa de orden penal puede imponerse a los argumentos de derechos humanos que justifican su prohibición.

Cuando pienso en la pena de muerte, imagino un espectáculo de medios y procesos desgastantes para el inculpado y los familiares, que alimentan el morbo de más de uno. Pienso en el cuerpo como el blanco del castigo penal ; en la pérdida de derechos de un ser humano por medio de un juicio que califica un delito grave. Pero específicamente pienso en sentenciados que no pudieron pagar una defensa, en sentenciados inocentes.

Algunos grupos hegemónicos encabezados por la organización México Unido contra la delincuencia se muestran a favor, y argumentan que la pena de muerte será un ejemplo que hará pensar a todos los que pretendan violar las leyes… El PRI y el PVEM piensan sustentar sus campañas electorales, apoyando la pena capital a asesinos y secuestradores, impulsados por la apócrifa necesidad de castigo a los delincuentes (que afecten a los hijos de empresarios o políticos, ya que no fueron pensadas tales penas para combatir a los asesinos de las muertas de Juárez, o desaparecidas del estado de México) la cual sería traducida en seguridad pública para la sociedad. Es decir la pena de muerte para no tocar a los que parecían intocables . Pero, sin considerar las consecuencias violatorias que implican estas medidas. Ya que la pena de muerte infringe dos derechos humanos fundamentales: el derecho a la vida y el derecho a no ser sometido a penas crueles, inhumanas o degradantes, ambos reconocidos en el protocolo a la convención americana sobre derechos humanos relativo a la abolición de la pena de muerte del 08 de junio de 1990, y en otros instrumentos sobre la materia.

“La crueldad de la pena de muerte queda de manifiesto no sólo en la ejecución en sí, sino además en el tiempo que permanece el preso en espera de la ejecución, pensando constantemente en la inminencia de su propia muerte.” El tiempo de espera a la aplicación de la pena capital está plagada de violaciones a los derechos humanos, como las restricciones indebidas de las visitas y la correspondencia, el reducido tamaño de las celdas, la falta de comida y ejercicio, temperaturas extremas, falta de ventilación, celdas plagadas de insectos y periodos de tiempo insuficientes fuera de las celdas como las que se viven en Japón, Nigeria y cerca de 23 países mas .
Si la pena de muerte para asesinos y secuestradores estuviera en vigor, los floricultores de Atenco que protestaron y se organizaron para manifestarse contra del gobierno federal y estatal, podrían ser de los primeros destinados a morir, ya que los mas de 100 años que tienen que pasar en prisión son por secuestro y otros delitos que se les imputan infundadamente.

Difícil es entender las opiniones públicas que piden la pena de muerte, ya que están pensando en la aplicación de la pena máxima ante consideraciones sociales sobre el tema. Como la encuesta limitada y mal planteada, organizada por la presidenta de México Unido Contra la Delincuencia, María Elena Morera el mes de septiembre de este año en la ciudad de México, en la que participaron cerca 750 personas (dato vergonzoso). En esta encuesta el 75 por ciento pide aumento a los castigos. De éstos, el 42 por ciento, propone el agravamiento de los castigos; el 13.9 por ciento aprueba que la gente se quede en la cárcel de por vida, que fue lo que propuso el presidente Calderón. El 9.3 está a favor de la pena de muerte para delitos graves. Declara Morera "Entonces: si la gente lo está pidiendo, se lo deberíamos de dar. Y comenta: “Imponer esos castigos no soluciona el problema de seguridad pública ni de justicia, ni va a acabar con la impunidad que es del 99 por ciento, pero dará respuesta al clamor social.

El clamor social representado por menos del 10% de una muestra de 700 personas, que no es comparable con los millones de mexicanos que somos.

Esperan que creamos que de verdad van a juzgar a los tratantes de personas, a los narcotraficantes y verdaderos secuestradores? ¡A los líderes de la red de pornografía y prostitución infantil! Piensan que no hay memoria, que el secuestro legal que cometió el Gobernador de Puebla Mario Marín contra la periodista Lydia Cacho, ya fue borrado y perdonado con un dictamen de la suprema corte de justicia en el que resuelve, por 6 votos a 4, que no quedó demostrada la violación grave de garantías individuales de Lydia Cacho. En el 2007 con este dictamen, se desenmascara la extensa red de corrupción que gobierna este país y me queda claro que la credibilidad en las leyes y de su justa aplicación no es una realidad en México.

Con el nivel de desconfianza que tenemos en las autoridades, no podemos aceptar que una decisión unipersonal pase a ser decisión del gobierno. Y peor aún, de un gobierno corrupto y unas leyes que protegen el poder y el status de unos cuantos. No se debe permitir se de un paso atrás en la libertad. La pena de muerte no puede ser aprobada, no a la reducción de nuestros derechos en “pro de la seguridad”.
La pena de muerte es una imposición de una clase sobre otra.