martes, 16 de septiembre de 2008

¿Cómo te digo que estoy triste?

¿Es qué no me explico? Primero, necesito entiendas esta mirada ausente y de tristeza, (que no es tristeza). Que reconozcas todo lo que provoca nuestra realidad, que nada tiene que ver con los cuentos en los que crecimos; no es como tal. Sí, igual que tantas mujeres que han crecido soñando con ser princesas, crecer rodeada de cuentos; de la buena y la mala, la madrastra, la bruja, la hada, el caballero. En donde lo más cercano a la realidad es que la princesa vive llorando sometida a sus costumbres, a lo moral. Y sueña, necesita ser rescatada por alguien, no importa quién.

Es necesario que sepas que hablo de la tristeza que no se entiende con una definición. Que es mucho más, es todo esto que llevo dentro, porque es estar ansiosa y tener mucho miedo, es entender ¿por qué para nosotros es todo tan difícil? Sé que con todo esto que te digo, no empiezo siquiera a describir todo el dolor que veo, que leo, que siento, que es tan grande como lo es ser mujer,

Sabes, tod@s somos parte de las relaciones de poder, una mujer es parte de este sistema. Esas relaciones que los hombres llaman juego de ajedrez, en donde si se pierde la reina por sus faldas cortas se pierde todo. ¿Será? En donde las piezas las mueve el más hábil el que tenga el poder de la hegemonía, en donde el débil siempre va por delante, las piezas avanzan, se comen. Como en la vida, en esta nuestra vida: se pisotea, se traiciona, se humilla, se discrimina y se tejen todo tipo de redes. Y en esas redes que se han venido creando, las mujeres, las niñas, están en la parte más baja, en la más expuesta.

Cuando las noticias nos dicen que Teresa no volvió a su casa y nos avisan que su cuerpo fue mutilado y abandonado; me pregunto ¿Qué pasará con sus hijos? ¡Se quedan solos! ¿Qué pasa con su alma perdida por el desierto? ¿Qué pasa con los culpables?... Pienso en todas las mujeres que no saben en qué cama estarán, ya que su cuerpo es vendido como un objeto. Aquellas que han visitado muchos países encerradas en camionetas, apenas ingiriendo alimentos y que ni siquiera alcanzan los 15 años. En esa tristeza, angustia, coraje e impotencia de las madres que esperan a sus hijos que nunca regresan, que siguen desaparecidos: y un día deciden iniciar la huelga de hambre si importar que las llamen locas, esa tristeza que se convierte en angustia y soledad. Ya que día con día, de una u otra manera somos oprimidas, tomadas por utensilios que se fugaron del lugar para lo que fueron hechos: la casa o la cocina. Nos castigan por ser mujeres, sus filosofías nos convierten en úteros, en defectos de la naturaleza, y sus limitaciones nos reducen a nalgas y senos.

¿Cómo explicar esa tristeza de saber que cuando decidimos luchar tenemos que ceder parte de nosotras? Algunas se masculinizan, se agarran los huesos con el frío, se niegan la maternidad, o el enamorarse, por que en tiempos de lucha eso no esta permitido. ¿Qué pasa cuando tienes que comprometer tus diferencias e igualar prioridades para avanzar? Y esas prioridades no resuelven nuestra lucha.

Cómo decirlo, sin que avergüence estar tan triste y sola, que la mirada mira vida y muerte, y que ni siquiera una dicotomía las puede diferenciar, ya que no encontramos consuelo ni en la una ni en la otra… que difícil encontrar el camino. Como gritar que estamos terriblemente hambrientas de libertad, de que esta tristeza tome fuerza y todo el coraje que se lleva dentro. Para cambiar esa mirada, para que nos salgan alas y no tengamos que esperar ser rescatadas. Necesitamos reconocer esta tristeza, este miedo para empezar a limpiar nuestra alma y nuestra memoria, y todo el cuerpo, de esto que nos mata. Cuando las relaciones de poder sean diferentes, sean solo relaciones.

¿Cuántas se decidirán a luchar para curar algo más que los golpes sobre su cuerpo?

viernes, 5 de septiembre de 2008

NO SE OLVIDA



Todos los Domingos de Septiembre

Cine-debate presenta:

El Grito

México 1968

Te esperamos, Domingo 7 de Septiembre,2008

7:00 P.M. Rockoko-Entrada Libre

F. Elizondo y Nieto, centro de Aguascalientes

1968-2008

Comité NO se olvida